domingo, 23 de noviembre de 2008

EL ESTADO IMPERIAL

El máximo estado imperial:
Amenazado por la formación de bloques


Contenido:

Antecedentes : El nacimiento de un estado líder
Oriente Medio : la eterna guerra
América Latina : un paraíso explotable
EurAsia : una amenaza
La clave del éxito : sus grandes estrategas
Perspectivas del mañana



El objetivo del presente artículo es exponer la dirección que está tomando el actual estado hegemónico, explicando el ascenso o declive de este fenómeno y señalando el rol de las economías restantes ante el impacto del mismo, lo que implica la formación de alianzas estratégicas para hacer frente al estado imperial.

Antecedentes : El nacimiento de un estado líder.

Luchar contra el hegemonismo no significa renunciar a luchar por ganar la hegemonía. Y para ganar la hegemonía no se requiere inicialmente de muchos, basta con la unión de unos cuantos, siempre y cuando se tenga presente que en lugar de imponer, hay que convencer. Sólo así podemos hablar de un verdadero poder, contrariamente al concepto hegemónico que ha creado el país más poderoso de nuestros días: EEUU.
Los Estados Unidos de Norteamérica comenzaron como cualquier otro país, con ventajas, desventajas, puntos a favor, puntos en contra, etc; sin embargo poco a poco supieron darle a la vuelta a esas desventajas absorbiendo las ventajas de otros países; un ejemplo claro es el caso del petróleo, el cual es un recurso que Estados Unidos no puede producir por sí mismo, pero que lejos de resignarse a esta situación desventajosa, buscó presionar a México para situarlo como su proveedor permanente.
Se dice que la carencia origina las mejores ideas, y de hecho es así como Estados Unidos ha sido lo suficientemente hábil como para envolver a cada país, diciéndole lo que éste quiere escuchar y quitándole lo que él quiere tener. Por eso podemos decir que hoy en día Estados Unidos es lo que es, gracias al resto del mundo; es correcto llamarlo así “Estados Unidos”, ya que precisamente es la unión de muchos otros estados-países lo que ha conformado el poder de los yankees.
Bien lo decía Georges Balandier o Sun Tzu en sus teorías del caos y del conflicto,”el hombre no es conflictivo por naturaleza”; son los aspectos socio-culturales y el desequilibrio entre la estructura social y cultural quienes causan los conflictos bélicos. Y de hecho el origen de la agresión es la frustración, la escasez, la carencia de territorios, de recursos naturales, de poder, de liderazgo, etc.
Estados Unidos supo además utilizar las estrategias adecuadas: unírsele al enemigo, manipulación de ideologías, etc. Supo, como dijo Sun Tzu, ser lúcido, es decir, combinar las armas (puesto que nadie duda del calibre de la tecnología en armamento que posee Estados Unidos) y la información (información que, bien guiada, es capaz de transformar).
La forma de atacar de los EEUU es parecida a la del águila, la cual antes que nada identifica plenamente a su presa, la analiza, la mira con detenimiento, y después ¡boom! la come, destruyendo de manera planificada sus capacidades militares, industriales, y políticas.
Hoy en día, Estados Unidos pretende impedir que surga otro país como su competidor en el terreno económico y militar, por ello están entre sus proyectos: desmantelar grandes naciones como Rusia, mantener a Europa como una dimensión dentro de ese continente, luchar en tecnología contra los asiáticos, etc, y “entre sus prioridades de agresión están el Medio Oriente y América Latina” (Samir Amir, 1999). ¿La razón? “oro negro”. Todos sabemos que en México, Venezuela, y otros países de Latinoamérica, como en el Medio Oriente abundan los recursos petrolíferos, los cuales traducidos al inglés norteamericano significan “money” (dinero, dinero que es poder, poder que no quiere perder el estado imperial).
La política de defensa de EEUU, redefinida en enero del 2002, apunta a 6 objetivos: la protección del territorio nacional y de las bases estadounidenses en el exterior; la proyección de potencia hacia teatros de operaciones lejanos; la destrucción de santuarios enemigos; la seguridad de los sistemas de información y de comunicación; el desarrollo de la utilización de las técnicas necesarias para las operaciones combinadas en el terreno; y la protección del acceso al espacio y del potencial espacial estadounidense.


Oriente Medio : la eterna guerra .

A lo largo del tiempo, Estados Unidos ha estado involucrado en muchas guerras; es el “ajonjolí de todos los moles” como diríamos los mexicanos; sin embargo, su participación en cada uno de estos conflictos no es mera casualidad. Cada paso que da tiene un porqué, y no hay decisión que no tenga una razón de ser, una razón obviamente representada en beneficios para él mismo.
Por ejemplo en la guerra contra Irak, el interés de Estados Unidos era garantizar su hegemonía imperial en la zona de Asia Central y en particular, el control sobre las fuentes y suministros actuales y futuros de petróleo en esa área y en el Medio Oriente. Uno de los principales objetivos era apoderarse de las reservas mundiales de hidrocarburo que ocupan el 2º lugar en el planeta y que le permitirían trastornar por completo el mercado planetario del petróleo. Y ahora Estados Unidos está decidido a acceder a las grandes reservas energéticas de la cuenca del mar Caspio.
Es decir, lo que EEUU busca es una fuente segura de crudo que pueda manejar para imponer los precios a su antojo. Y este objetivo resulta de gran peso para Estados Unidos, tan es así, que no le importa que miles de sus ciudadanos norteamericanos pierdan la vida mediante una guerra.
Aún con el desacuerdo del 90% de la población mundial y de la ONU, sobre las políticas bélicas de EEUU, Bush sigue imponiendo su criterio como dictador del mundo. Y esta situación obviamente ha puesto en tela de juicio la autonomía de la Organización de las Naciones Unidas como organismo internacional que es.


América Latina : un paraíso explotable .

Otro ejemplo lo constituye la formación del Acuerdo de Libre Comercio para las Américas (ALCA), el cual es un instrumento que busca apalancar el control hegemónico de Estados Unidos y apropiarse de las fuentes excedentes de las actividades primarias de América Latina.
Por medio de este acuerdo EEUU pretende institucionalizar los instrumentos de control de corte policiaco y militar en la región; acentuar el saqueo de los recursos naturales (minerales) del continente, regulando de manera racista los flujos de migración; extender el libre flujo de capitales, pero impidiendo el libre mercado laboral; destruir la incipiente cadena industrial y productiva de los países de la región, privatizar el petróleo, el agua y la biodiversidad; mantener el control de la inversión científica de la región, etc.
Con el ALCA se pretende dar a las compañías multinacionales y a los bancos estadounidenses un acceso incontrolado a los mercados, las materias primas y a la mano de obra, mientras que se limita la penetración europea y japonesa, protegiendo los mercados de EEUU.
En síntesis, el área de libre comercio, como bien decía el escritor y analista Andrés Barreda, lejos de impulsar el desarrollo de los países latinoamericanos, representa un asalto a su economía.
Debido a los tantos compromisos que los regímenes en América Latina tienen con EEUU, usualmente se siguen de manera servil sus posiciones en los foros internacionales, proporcionando fuerzas militares nominales para sus excursiones intervencionistas, y suministrando así una hoja de parra para lo que en realidad son acciones unilaterales. Ya lo explicaba en una anécdota el que fuera entonces Secretario de Relaciones Exteriores de México, el Lic. José Ángel Gurría: “nos encontramos limitados en las decisiones que se tienen que tomar en el ámbito mundial, por lo que tenemos que acatar la voluntad de nuestro vecino o bien atenernos a las consecuencias; y como nuestra economía depende en alto grado de éste, no podemos estar en contra ahora y pedirles un favor después.
El sistema imperialista neomercantilista que coadyuva a la formación del ALCA, constituye una de tantas iniciativas unilaterales tomadas de acuerdo con los regímenes satélites de la región, sin la consulta popular. Considerando los altos niveles de descontento en la región bajo los regímenes neoliberales, la imposición de este imperialismo neomercantilista llevaría probablemente a condiciones sociales explosivas y a la reemergencia de alternativas nacionalistas y socialistas; y la doctrina militar antiterrorista de Washington, con sus amenazas de intervenciones violentas y su presencia militar activa y directa, serviría de arma ideológica útil para imponer dicho imperio.
Sin embargo; creemos que la estrategia imperial de militarización de EEUU requiere, para imponer un imperio neomercantilista, de mayor capacidad para incorporar a nuevos aliados y hacer necesaria la preparación para diversas formas de lucha.
Actualmente EEUU no tiene aliados fuertes, ya que los grupos que están tomando más fuerza son precisamente los que compiten contra él, como la Unión Europea. Y cabe resaltar que América Latina ha reforzado en los últimos años sus relaciones socio-comerciales y diplomáticas con la Unión Europea, por lo que ésta representaría para México (y para el resto de Latinoamérica) una vía de salida del régimen que nos han impuesto los Estados Unidos; situación que se convertiría en una amenaza, competitivamente hablando, para el estado hegemónico.


EurAsia : una amenaza .

Según analistas de la teoría capitalista, la aplicación del neoliberalismo a escala planetaria por la vía de las presiones políticas y económicas ha fracasado. Por tanto, al gobierno estadounidense no le ha quedado otra salida que aplicarlo por la vía de la violencia y de manera unilateral. Dado que no ha sabido aplicar su poder de manera suave, discreta y sutil, ha recurrido a la aplicación del “poder duro” (Joseph Nye), aunque esto implique enfrentarse a antiguos aliados y violar el derecho internacional que dice defender.
Z. Brzezinski afirma que “hoy en día los EEUU son efectivamente la única superpotencia global, pero que EurAsia es el principal campo de juego del planeta”; por ello, lo que suceda con la distribución de poder en el continente euroasiático tendrá una importancia decisiva para la primacía global estadounidense.
Los EEUU se ven obligados a intervenir cada vez más en una zona en la que varios de sus potenciales competidores por la hegemonía mundial podrían ganar una influencia cualitativa. A esto se añade el hecho de que su grado de control en los asuntos internos de estos competidores es prácticamente nulo: China, Rusia, Irán, y en gran medida India resultan hoy por hoy estados herméticos a la infiltración norteamericana. Por ello otro interés vital de la supremacía norteamericana es limitar el desarrollo de estos potenciales rivales.
“Los Estados Unidos están demasiado lejos como para poder ser un poder dominante en esta parte de Eurasia, pero son demasiado poderosos como para no mantener un compromiso con ella. La consecución y consolidación de un equilibrio regional en el que ninguno de sus poderosos vecinos ejerza el monopolio de su dominio debe ser una de las metas principales en cualquier geoestrategia global estadounidense para Eurasia” (Z. Brzezinski).
“La Guerra Fría duró casi 50 años”, dijo el Secretario de Defensa norteamericano; “no hubo grandes batallas, requirió una presión continuada y la cooperación de varias naciones, y cuando finalizó no lo hizo con una explosión sino con un colapso interno. Creo que esta es una forma apropiada de ver lo que queremos hacer, en lugar de pensar en un conflicto de gran envergadura”. No es posible que hayan muerto más soldados en la posguerra que en la misma guerra; tal parece que no se puede poner orden en el país, o es que acaso ¿no conviene restablecer el orden?.
La nueva administración norteamericana habla de un conflicto de larga duración en el que se agrupen el mayor número posible de países y se justifique a la vez la presencia militar permanente de las tropas norteamericanas en la región. Por ejemplo, en la reciente guerra derivada por los acontecimientos del 11 de septiembre, EEUU primero azuzaron el avispero de los Balcanes euroasiáticos bombardeando Afganistán y consiguiendo la rebelión de los musulmanes en los países vecinos; y después aparecieron como los únicos capaces de mantener el inestable equilibrio en la región.
Si los estrategas de las administraciones demócratas (como Brzezinski) actuaban con la dificultad de la distancia, los halcones demuestran ahora su capacidad, como ya hicieron en Kosovo de tomar atajos mucho más eficaces a corto plazo. Si los EEUU están demasiado lejos de esa parte de Eurasia, es de esperarse que se acerquen a la zona; tal como pasó con los atentados del 11 de septiembre que dieron como consecuencia inmediata la presencia militar de los EEUU en una zona en la que hasta la fecha tenía que manejarse a distancia.
Y con este acercamiento los EEUU conseguirían aparecer en escena de forma directa y transformarse en vigilantes vecinos de varios de los principales oponentes potenciales de su supremacía global como lo son Rusia y China, y a nivel regional, Irán, India y Turquía.
Según Fukuyama, “lo que más temores despierta en Europa es que EEUU arremeta ciegamente contra los que crea que son sus enemigos, lo que a los ojos de los europeos resultaría torpe y contraproducente; la ocurrencia de tal cosa dependerá pues de cómo interpreten lo sucedido tanto EEUU como la propia Europa, y de cómo actúen al respecto”.
Fukuyama llama a dejar la filosofía y coger las armas para que “en estos momentos, y en el futuro más o menos previsible, [en que] el aislacionismo ha quedado descartado” EEUU garantice su hegemonía por largas décadas imponiendo el estado de guerra.
En cuanto al enemigo que más puede darle dolores de cabeza a Estados Unidos, se encuentra, como decíamos, Eurasia. Tal como los estrategas norteamericanos señalan, Eurasia es el mayor continente del planeta y su eje geopolítico. Alrededor del 75% de la población mundial vive en Eurasia y la mayor parte de la riqueza material se concentra también en ella, tanto en sus empresas como en su subsuelo. Por si fuera poco, Eurasia es responsable del 60% del PNB del mundo y de las tres cuartas partes de los recursos energéticos conocidos.
Y si consideramos que todos los estados que potencialmente podrían desafiar la supremacía política y económica de EEUU son euroasiáticos, se vuelve entonces decisiva esta región para la hegemonía norteamericana.
Z. Brzezinski, secretario del consejo de seguridad del presidente Carter afirma que “la primacía global de los Estados Unidos dependerá directamente de cuánto tiempo y cuán efectivamente puedan mantener su preponderancia en este continente euroasiático”.


La clave del éxito : sus grandes estrategas .

Es indiscutible. Es un hecho. La llave que ha abierto las puertas del éxito a Estados Unidos es definitivamente la estrategia. Nada nace de la casualidad y en este caso nos damos cuenta que detrás de cada guerra propiciada por EEUU, detrás de cada suceso, de cada hombre muerto y de cada uno de sus poderosos armamentos, están hombres tejiendo la historia, hombres tímidos, hombres serios, discretos, que caminan silenciosamente detrás de los grandes rostros líderes, guiándolos, manipulándolos como si fueran sus títeres, como si fueran artistas de poca clase: el rostro bonito que da la cara al escenario y finge cantar, cuando en realidad detrás de él hay otro hombre que canta de verdad.
Así son algunos líderes. Ya lo decían R. M. Mac Iver, C. H. Page, C. Wright Mills, H. Gerth, C. A. Gibb, C. A. Myers, M. Conway, y muchos escritores más; existen líderes de todos tipos: los extrovertidos, los tímidos; los que dan la cara y los que se escudan tras las espaldas de otros; los carismáticos, los populistas, los precursores, los innovadores, los rígidos y estrictos, etc. Pero todos ellos saben manejar la situación, guiar el poder, atinar sus estrategias, y equilibrar sus actos; todos ellos tienen una característica en común : inteligencia. Y aunada a ésta van otras cualidades importantes, como la propia convicción, la seguridad interior, la estrategia, la visión, etc.
A lo largo de toda la historia han desfilado innumerables estrategas, tanto militares como de manipulación. Simplemente recordemos en la segunda guerra mundial a los alemanes J. Von Schlieben, los hermanos Bauer, Hindemberg, Rohm, Irving Romel (conocido como “el zorro del desierto”), Joseph Gobbeels, Manstein, Hanz Guderien y Reitel; a los rusos como Zuckov, Molotov y Kruschov; a los estrategas del lejano oriente como Ho Chi Mihn, Mao Tse Tung y Yamamoto; y del medio oriente como Yasser Arafat, Indira Gandhi y Jiksan Rabbin; a otros más como el “Che Guevara” y Napoleón; y por supuesto a los estrategas norteamericanos como Pershin, Eisenhower, Theodore Roosevelt, Vo Nguyen Giap, Henry Kissinger, William Colby, Chester Nimitz e incluso Colin Powell recientemente.
Oriana Fallaci, periodista italiana, hizo un trabajo exquisito en su libro “Entrevista con la Historia”, ya que logró conseguir lo que no cualquier periodista obtiene: entrevistar a grandes líderes estrategas, y políticos clave, implicados en diferentes sucesos que atañen al mundo entero. Entre estas personalidades, entrevistó a Yasser Arafat, a Indira Gandhi, a Giap, y a grandes estrategas norteamericanos como Colby (“el mejor espía del mundo”) y Kissinger (“el más grande diplomático de la presidencia”), entre otros.
De hecho estos dos últimos junto con el General Giap, formaron parte importante de la historia de los Estados Unidos, al participar en la 2ª guerra mundial, las guerras en Corea, en Vietnam, la URSS, China, Chile, Cuba y otras tantas. Sin embargo, los tres gozan de personalidades muy distintas.
Giap era un hombre vietnamita, hijo de campesinos pero criado en una familia de franceses; era un hombre sonriente, de grandes ojos, de baja estatura, pero de actos firmes, y palabras claras. Era extrovertido, revolucionario, líder gustoso de armar revueltas y organizar masas; tenía mucha confianza en sí mismo y un espíritu de lucha por su pueblo. Después de haber participado en la lucha por la independencia y liberación de Vietnam, en la lucha contra los franceses y contra los norteamericanos en las invasiones a territorio vietnamita, después, se convirtió en la fuente de información más importante de los norteamericanos para dar tácticas y estrategias sobre cómo atacar a los estados revolucionarios.
Kissinger, por su parte, fue un alemán, nacido en el seno de una familia hebrea, que vivió la época del nazismo, huyendo después a Estados Unidos y volviéndose un personaje importante en este país. Este hombre era más bien introvertido, demasiado tímido, muy discreto, frío y calculador, siempre con la mirada fija, observando al enemigo, presionándolo. Pero este carácter y su inteligencia le permitieron trabajar en el Consejo de Seguridad Nacional de los Estados Unidos; además de poder acompañar a Kennedy, Jonson, y Nixon en sus gobiernos; detrás de ellos, todo el tiempo...El no organizaba masas como Giap, pero hacía que sus opiniones fueran prácticamente órdenes para los presidentes en curso, siendo él finalmente el que tejía la historia de EEUU, regulaba el armamento y las relaciones entre las superpotencias durante las guerras.
Por último, William Colby fue un estratega de carácter más fuerte que los dos anteriores; fue un hombre de palabras duras, de decisiones fuertes. De origen estadounidense, trabajó durante décadas enteras en los Servicios Especiales de la CIA, por lo que estuvo involucrado en los servicios de inteligencia, elaborando tácticas y estrategias de guerra; siempre nacionalista y anticomunista, luchaba por defender la democracia de la amenaza de países comunistas, y se decía defensor del mundo bajo el mando de Estados Unidos, el cual se ha siempre proclamado incapaz de ser un estado neutral a lo largo de la historia del mundo.
Así pues, estos estrategas estuvieron detrás de asesinatos, masacres, guerras, muertes, mafias, corrupciones, etc, que formaban parte, claro está, de la estrategia estadounidense para consolidar su poder hegemónico a cada paso que daba. Estos estrategas han prestado por años su inteligencia y su liderazgo para guiar el destino del estado imperial; y junto con muchos otros han sido la clave de la posición de EEUU ante el mundo. Pero ¿seguirán surgiendo otros estrategas que ayuden a EEUU a mantener su posición líder?, imposible garantizarlo.



Perspectivas del mañana .

Por último es necesario mencionar que Estados Unidos quiso obtener el poder, y luchó por él contra todo y contra todos hasta que finalmente lo obtuvo. Y ahora le está costando trabajo conservarse en este estadio de supremacía, pues existen bloques importantes que están tomando fuerza (como la recién formada Unión Europea en el hemisferio oeste, que, encabezada por Alemania y Francia, pretende alterar el status quo del poder norteamericano) o países que están saliendo de su caparazón (como China, quien parecía un gigante dormido, pero que ahora ha despertado, y lo ha hecho de manera tan sorprendente, que los estrategas del Pentágono ya lo consideran el principal desafío al que se habrá de enfrentar el poder norteamericano en el nuevo siglo).
Además, en el extremo oriental también se encuentra otro grande gigante asiático: Japón. Y en la zona central, la amenaza la constituyen: Rusia, quien por décadas enteras fue su principal oponente mundial; y al sur de esta zona, una vasta región con enemigas potencias como Irán, Turquía o la India.
Es por eso que hay alguna minoría de analistas que cree que Estados Unidos fue efectivamente un estado hegemónico, pero que ahora está en decadencia, puesto que hay otras economías que están avanzando y cobrando fuerza por sí solas, lo que pone a Estados Unidos en una situación inferior, dado que su desarrollo depende precisamente de estas otras economías. Un claro ejemplo de ello es el hecho de que América Latina le ha facilitado a Estados Unidos sus únicas balanzas de pago favorables hasta ahora.
El mundo no se dejará gobernar ni dominar. “Aunque el proyecto hegemónico de la clase dominante de Estados Unidos tenga éxitos a corto plazo, finalmente será destruido”, dicen algunos intelectuales como el egipcio Samir Amir, quien remarca que el Medio Oriente siempre será un blanco para los EEUU.
Otros autores, por el contrario, piensan que no está en declive, pero tampoco en ascenso; simplemente continúa explotando a todo aquél que se atraviese en su camino. Efectivamente la Unión Europea es una amenaza, dicen, pero finalmente ni ésta ni ninguna otra unión de estados logrará derrotar a Estados Unidos.
Así mismo, mientras que por un lado Joseph Nye es partidario de que su país utilice más el poder blando que el poder duro, respetando la existencia de un orden internacional; por el otro lado Robert Kagan proclama la legitimidad de su país para decidir por sí sólo las acciones que convengan a su interés, descalificando a la ONU como institución y afirmando que el poder de Estados Unidos puede ser el mejor (quizás, el único) medio para el progreso humano.
La hegemonía de Estados Unidos seguirá presente por lo menos otros 25 años; después será viable el inicio de su decadencia si y sólo si el resto de los países se unen para luchar contra él, para independizarse de él.
De hecho en una conferencia realizada recientemente en América Latina, 400 delegados provenientes de 30 países, aprobaron la declaración final mediante la cual se hace un llamado a intelectuales, académicos, profesores y políticos revolucionarios a formar parte de un frente mundial de lucha para que la humanidad sobreviva y albergue la posibilidad de transformarse.
Y respecto a esta lucha, el politólogo Robert Kaplan opina que en lugar de pedir que se democraticen países como Pakistán, Egipto y Túnez, tendremos que tolerar cada vez más dictaduras benignas y diversos estilos de regímenes híbridos, siempre que nos ayuden en nuestra nueva lucha contra los EEUU.
Estamos conscientes de que vivimos una crisis histórica sin precedentes (desempleo estructural crónico, graves conflictos políticos, militares y sociales, destrucción ecológica generalizada, etc). “Éste es el mundo de "guerras infinitas"; ésta es la otra cara del mundo del "libre comercio"” (Sader, 2003). Es la concentración de poder, los mega-monopolios mediáticos, el comercio ilegal de armas, etc.
Se requiere de tiempo, como dice Giap, “a los norteamericanos les está derrotando el tiempo, les está cansando”. Y no nos vamos a librar muy pronto del capitalismo y del imperialismo; es por eso que resulta indispensable conocer los retos, organizar las formas de lucha, las prioridades, las estrategias, etc, para poder enfrentar al enemigo, al “imperialismo norteamericano”.


Referencias Bibliohemerográficas
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BRZEZINSKI, Z. Secretario del Consejo de Seguridad del presidente Carter. Entrevistas.
BRZEZINSKI, Zbigniew. “El gran tablero mundial”.
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RODRÍGUEZ, Israel J.”Busca el ALCA apalancar control hegemónico de EU”. La Jornada.
SADER Emir, “El FSM se inaugura al son de tambores de guerra”. La Jornada, 23 de enero del 2003.
TENORIO, Raymundo & GURRÍA, José A. Curso “Escenarios Regionales”.
TZU Sun. “El arte de la guerra”. Estrategias para la guerra.
http://www.dawson2000.com/rodriguez1.htm

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